Un homenaje a aquellos primeros pobladores que vivieron dispersos en la soledad de estos campos, rescatando la presencia del criollo que dio fundamento a la colonización. El Barrio Soria fue la cuna que permitió que el inmigrante europeo se sintiera seguro, resguardado de las acechanzas de lo desconocido y transformara estos campos abiertos en graneros del mundo.